Naw-Ruz significa nuevo día. Es el primer día del mes de Bahá, designado como el día de Dios. Una festividad instituida por el Báb y luego confirmada por Su Santidad Bahá’u’lláh. Este primer día del nuevo año coincide con el equinoccio de primavera en el hemisferio norte, evento que generalmente ocurre el 21 de marzo. En este nuestro primer día del Año 168, pedimos a la Bendita Belleza que el ayuno que hemos realizado por amor y obediencia a su Sagrada Ley, sea aceptado por la gracia y generoso favor del Creador. El Amado Maestro ‘Abdu’l Bahá, en una Tabla escrita en 1918, dice:
“¡Oh vosotros, hijos del Reino! Es Año Nuevo. Un año es la expresión del ciclo del sol, pero ahora es el comienzo de un ciclo del Sol de la Realidad. Un nuevo ciclo, una nueva edad, una nueva época, y por lo tanto, es muy bendito. Espero que la bendición aparezca y se haga manifiesta en los rostros y en el carácter de todos los creyentes de Dios, para que ellos puedan también convertirse en gente nueva, que ha encontrado nueva vida, ha sido bautizada con el Fuego y el Espíritu, y puedan hacer del mundo un mundo nuevo, para que el mundo antiguo pueda desaparecer y el nuevo mundo se haga manifiesto…”
Como bahá’ís, vivir en este nuevo tiempo nos llena de inmensa dicha y de un sincero reconocimiento del extraordinario privilegio de tener como fuente de inspiración las incomparables perlas de sabiduría de la Revelación de Bahá’u’lláh, perlas que solo brillarán ante la humanidad cuando enseñemos Su Causa y asumamos con compromiso nuestra tarea de construir la Nueva Civilización diseñada por la Bendita Belleza. Recordemos lo que la Casa Universal de Justicia dice del Orden Mundial de Bahá’u’ lláh:
“…es el sistema divinamente ordenado; que tan desesperadamente buscan las naciones y pueblos. Aclamado por el Báb en el Bayán persa y sentadas sus bases por el propio Bahá’u’lláh, este Orden no tiene precedentes en la historia humana por su principio de justicia y su compromiso con la puesta en práctica de la unidad de la humanidad, así como por su capacidad de promover el cambio y de hacer avanzar a la civilización mundial. Del mismo modo, proporciona los medios por los cuales la Voluntad Divina ilumina el camino del progreso humano y guía a la humanidad hacia el establecimiento del Reino de Dios en la Tierra.” Carta del 25-03-07 a los bahá’ís del mundo.

Tomado de una carta de la Asamblea Espiritual Nacional de los Bahá'ís de Ecuador.
Muy bonito.
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